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Nos decía Blanca, de Madrid, en comentarios:

Los productos son muy buenos. Se los recomiendo a todos los que tienen la piel atípica. Te ayuda a regenerar la piel y a curar las heridas del rascado de la piel atópica. Yo uso todo. Tenía dermatitis atópica y desde que uso tus productos no he tenido ningún brote y cuidando la alimentación me ha desaparecido. Así que gracias.

Gracias a ti, Blanca. Porque lo más satisfactorio de nuestro trabajo es saber que nuestros productos, de verdad, os ayudan.

(Puedes ver el comentario y los de otros clientes en la página de inicio de Propol-Mel, así como en las valoraciones de cada producto).

Así que hemos querido dedicar un post a hablaros de una afección cutánea que, como nuestra clienta, padecen un considerable número de personas: la piel atópica. De hecho, la dermatitis o eccema atópico es una de las enfermedades de la piel más frecuentes. Se estima que afecta hasta al 20 % de los niños* y el 2 % a 5 %** de los adultos.

Fuentes de datos: *sciencedirect.com y **ncbi.nlm.nih.gov.

¿Qué es y qué caracteriza a las pieles atópicas?

Llamamos piel atópica a aquella que presenta dermatitis atópica (DA). La DA, también llamada eccema atópico o simplemente eccema, es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por sequedad extrema, descamación y picazón cutáneas. Se trata de una forma de piel seca, con poca agua y lípidos o aceites, por lo que tiende a escamarse e irritarse con facilidad.

Así pues, los principales síntomas de las pieles atópicas o con dermatitis son:

  • Piel seca.
  • Picor persistente y descamación.
  • Enrojecimiento de la piel.
  • Erupción cutánea.
  • Áreas engrosadas, agrietadas y curtidas (con apariencia de cuero).
  • Si se rasca, pequeñas protuberancias o llagas abiertas que pueden supurar líquido y formar costras.

La DA afecta sobre todo a los codos, rodillas y tobillos, el torso, la cara y el cuero cabelludo. Zonas del cuerpo donde los mencionados signos se agravan o intensifican periódicamente. Como hemos dicho al introducir el artículo, esta afección se da en mayor medida en los bebés y niños, y en ocasiones persiste en la edad adulta.

Causas de la dermatitis atópica

Aunque se desconocen las causas reales de la dermatitis, se suele apuntar a determinados factores como el origen o motivo de agravamiento de sus signos y síntomas; estos son:

  • Predisposición genética. Se estima que entre un 50 % y un 70 % de las personas con dermatitis tienen antecedentes familiares de atopía (eccemas, rinitis alérgica o fiebre del heno, asma, etc.).
  • Factores alérgenos. Se ha podido observar que en una parte de los afectados por dermatitis, la aparición de las lesiones se correlaciona con alergias alimentarias como la celiaquía o una sensibilidad al gluten.
  • Factores ambientales. Por ejemplo, cambios bruscos de temperatura o agentes relacionados con la contaminación ambiental.
  • Hábitos de vida. Falta de descanso y estrés emocional, entre otros.
  • Factores irritantes. El uso continuado de productos cosméticos de síntesis química, como jabones fuertes, puede conducir a sensibilidad —piel sensible— y acabar derivando en trastornos cutáneos más graves como la DA.

¿Cómo tratar una piel atópica? Cuidados y consejos que te ayudarán

Respecto al tratamiento farmacológico para la DA o eccema, los corticoides tópicos han mostrado buenos resultados en el manejo de la afección. También los antihistamínicos por vía oral ayudan a reducir el picor.

Incluso en los casos en que la enfermedad es «cosa de genes», se suelen recomendar además ciertos remedios caseros y medidas que se muestran favorables para mantenerla bajo control. 

Estos son algunos de los cuidados a seguir para las pieles atópicas:

  • Duchas cortas (no más de 5 minutos) para evitar que la piel se reseque en exceso. 
  • Usar jabones suaves, que respeten la capa lipídica (aceites naturales) protectora de la piel.
  • Tras la ducha, seca la piel cuidadosamente, con pequeños golpecitos; no frotes con la toalla.
  • En los bebés y niños, cortar las uñas para impedir el rascado.
  • Evitar los detergentes con ingredientes químicos para lavar la ropa. Busca alternativas naturales.
  • Evitar los alérgenos en los alimentos. Muchos pacientes experimentan un considerable alivio de los síntomas de la dermatitis atópica retirando el gluten de la dieta. 

Asimismo, trata de identificar otros posibles desencadenantes o factores que empeoren la DA: lácteos, soja, frutos secos, etc.

  • Los probióticos. Tanto la dermatitis como trastornos cutáneos similares como la psoriasis pueden ser un reflejo de un problema interno. Una buena dieta, que incluya pro+prebióticos (bacterias vivas beneficiosas y el alimento de estas, respectivamente), puede ayudarte a través del eje intestino-piel. 

Si te interesa, puedes ampliar info en este post del blog de ProKey.

  • Aplicar cremas, lociones o ungüentos emolientes varias veces al día, que favorezcan la hidratación. La aplicación de fórmulas humectantes (ayudan a conservar la humedad) evita que la piel se reseque y puede reducir la necesidad de emplear medicamentos. Pero asegúrate de utilizar cremas con ingredientes naturales; los químicos en la cosmética convencional pueden estar agravando tu problema de piel atópica.

Un extra: aplícalas justo después del baño, con la piel aún húmeda.

Crema de própolis para controlar el eccema

La crema fría, una formulación a base de cera de abeja, se viene empleando para aliviar los síntomas de la DA. En un estudio llevado a cabo recientemente por la Universidad de São Paulo, en Brasil, a esta crema se añadió además própolis verde por sus propiedades antiinflamatorias.

Fuente: https://www.mdpi.com/1999-4923/13/9/1346.

¿El resultado? 

Ambas cremas —con y sin própolis— mejoraron la hidratación de la piel y la calidad de vida del paciente. Si bien, el uso de la crema con própolis disminuyó la gravedad de la enfermedad en comparación con la crema sin própolis añadido. 

El propóleo verde actuó reduciendo la inflamación gracias en buena medida a su alta concentración de flavonoides, entre los que destaca la artepilina C.

Además de contra la inflamación, el propóleo tiene propiedades antioxidantes, antimicrobianas, analgésicas o cicatrizantes. Por lo que su uso regular:

  • Reduce la sequedad cutánea, manteniendo tu piel hidratada y nutrida. A diferencia de las cremas convencionales, cuyo efecto es superficial, la crema base de própolis facial y la loción corporal actúan en profundidad en la piel de rostro y cuerpo. 
  • Mitiga la inflamación.
  • Calma la irritación y el dolor.
  • Previene infecciones, al combatir bacterias, virus u otros patógenos agravantes de la enfermedad. 
  • Regenera la piel. El ungüento de própolis (con cera de abejas y aceites) es una pomada dérmica, poderosa regeneradora de los tejidos. Aplícala directamente en las lesiones del eccema atópico.
  • Y si la zona afectada de dermatitis es el cuero cabelludo, utilizar un champú natural de própolis te ayudará a reducir la descamación y el prurito o picazón.

Si tienes la piel atópica y/o sensible, como siempre decimos, ya el solo hecho de prescindir de los químicos puede ayudarte. En ocasiones el problema incluso remite del todo.

Nuestros cosméticos se fabrican a base de própolis y otros ingredientes 100 % naturales, cuyas propiedades pueden aliviar los síntomas del eccema o dermatitis atópica y prevenir nuevos brotes.

Pásate a la cosmética natural. Tu piel te lo agradecerá, y tú lo notarás ;).

Por Elisabeth Lahoz

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