Este edulcorante natural se ha hecho popular por su capacidad probiótica, o de promoción del crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, y su bajo índice glucémico en comparación con otros edulcorantes, jarabes y mieles naturales.
El sirope de agave, ingrediente en Propol-mel, es el protagonista de nuestro nuevo artículo, en el que trataremos las siguientes cuestiones: qué es el agave y el néctar, jarabe o sirope de agave, para qué se usa y cuáles son sus propiedades y sus siete beneficios más destacados para la salud.
El agave es una planta, bueno, más bien un género de plantas con más de 300 especies diferentes. Se le conoce también como pita, maguey, cabuya, fique o mezcal, entre otros nombres, dependiendo de donde nos encontremos.
Se trata de una planta «suculenta».
¿Qué quiere decir eso?
No que esté rica; una planta suculenta (del latín suculentus, «muy jugoso»), o «crasa», es aquella en la que alguna parte de la misma se ha especializado de modo que puede almacenar grandes cantidades de agua, superiores al resto de plantas.
Otro ejemplo de planta suculenta es el aloe vera.
Como quizá hayas deducido de esta característica, es originaria de regiones áridas, más concretamente del norte de México y sur de los Estados Unidos. Crece en climas semisecos y temperaturas elevadas, por encima de los 20 ºC, siendo muy importante en su desarrollo la exposición al sol.
El agave se ha utilizado durante muchos años —y se sigue utilizando hoy— como materia prima para fines alimentarios y medicinales.
Su néctar o jarabe, el sirope de agave, es la sustancia dulce natural producida por hidrólisis de fructanos (o fructosanos, formados por moléculas de fructosa, el «azúcar de la fruta») almacenados en la planta.
El agave y su sirope son considerados fuentes potenciales de ingredientes funcionales, beneficiosos para la salud; son estos (referencia):
Según los estudios, estos compuestos bioactivos del agave tienen actividades (fuente):
Como mencionábamos al comienzo, este edulcorante natural es popular sobre todo por su capacidad prebiótica y su bajo índice glucémico en comparación con otros edulcorantes, jarabes y mieles.
Veamos estos dos efectos beneficiosos del consumo de agave con más detalle.
La inulina y los FOOS forman parte de la fibra alimentaria, en particular de la llamada fibra soluble, que además de favorecer el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento, facilita la absorción de algunos minerales como el calcio, lo que contribuye a la salud ósea (estudio, estudio, estudio). También del magnesio (estudio) y el fósforo.
Asimismo, estimulan la flora o microbiota intestinal. Actúan como sustrato (alimento) para las bacterias que viven en el intestino, contribuyendo al buen funcionamiento del tracto gastrointestinal.
Al atravesar el estómago y el duodeno sin apenas sufrir cambios y alcanzar el intestino casi sin digerir (resiste a la acción y no es degradada por la enzima amilasa, solo sufre un grado bajo de hidrólisis ácida en el estómago), la fibra está disponible para ser degradada y metabolizada por los microorganimos intestinales, como las bifidobacterias y los lactobacilos, promoviendo su desarrollo. Inulina y FOOS favorecen, pues, el crecimiento de bacterias beneficiosas para la salud intestinal y general (estudio, estudio).
Tanto su composición como las respuestas metabólicas a su ingestión —con picos de insulina más bajos— indican que el jarabe o sirope de agave representa una alternativa natural saludable al azúcar refinada (referencia).
La digestión de la inulina no libera cantidades importantes de azúcar. Puesto que el carbohidrato liberado es principalmente fructosa, cuyo metabolismo no está influido por la hormona insulina (estudio).
Es más, en comparación con la sacarosa, el néctar de agave puede tener una influencia positiva en el control de la glucosa y el aumento de peso (estudio). En este estudio, el jarabe de agave con alto contenido de fructosa en la dieta no mostró efectos negativos sobre el incremento de peso y la hiperglucemia, y tuvo un efecto protector sobre la esteatosis hepática (o cambio graso, acumulación anormal de triglicéridos en el hígado).
Actividad antiinflamatoria y antimicrobiana: esta planta es una fuente importante de saponinas, consideradas como agentes antiinflamatorios y antifúngicos (contra hongos) (artículo); también anticancerígenos, lo que nos lleva a…
Actividad antioxidante y anticancerígena: sus fitoquímicos del grupo flavonoides, policosanoles y sapogeninas proporcionan al jarabe de agave propiedades antioxidantes y anticancerígenas, pudiendo aplicarse asimismo para inhibir el crecimiento de células cancerosas.
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