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En la antigüedad, esta enfermedad era erróneamente diagnosticada como lepra, por la similitud en cuanto a lesiones. Y es que la psoriasis se caracteriza por unas placas o escamas en distintas zonas de la superficie corporal, pudiendo incluso afectar a una gran parte de la misma. Aunque su prevalencia no es muy alta, se estima que la padece entre un 2 % y un 3 % de la población, puede producir complicaciones como la artritis psoriásica o enfermedades autoinmunes.

¿En qué consiste su tratamiento?, ¿es el propóleo bueno para la psoriasis? Te lo contamos en este artículo, donde te damos otros muchos detalles sobre este trastorno inflamatorio crónico de la piel: qué es, tipos, cuáles son sus causas y qué puedes hacer para mitigar sus síntomas y curar las lesiones psoriásicas.

¿Qué es la psoriasis?

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel caracterizada por la aparición de lesiones escamosas, o lesiones psoriásicas. Su origen es autoinmune, lo que significa que la causa el propio sistema inmunitario, que, como agresor en lugar de protector, ataca y destruye tejido sano del organismo.

Normalmente afecta a manos, codos, rodillas, torso, cuero cabelludo y uñas. Esta última forma recibe el nombre de psoriasis ungueal, y se considera un marcador precoz o inicio de la enfermedad. En estas zonas se produce un engrosamiento de la epidermis, o hiperqueratosis, y una acumulación de leucocitos (glóbulos blancos).

Además, la psoriasis se asocia con otras enfermedades: artritis psoriásica, enfermedades autoinmunes —celiaquía, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa—, síndrome metabólico, diabetes, hipertensión, depresión o cáncer. Son varios los estudios que han demostrado que los pacientes con psoriasis tienen más riesgo de padecer estos trastornos (estudio, estudio, estudio).

Tipos de psoriasis

Atendiendo a la morfología (forma o estructura) de las lesiones psoriásicas, existen varios tipos de psoriasis:

  • Psoriasis vulgar. La más frecuente, caracterizada por placas eritematosas de uno a varios centímetros en cualquier zona de la piel.
  • Psoriasis en gotas. Puntos de pequeño tamaño (menos de 1 cm) en forma de gotas, comúnmente, en el tronco.
  • Psoriasis eritrodérmica. Lesiones generalizadas en más del 90 % de la superficie corporal, acompañadas de fiebre o déficit proteico.
  • Psoriasis pustulosa generalizada. Las placas se tornan pequeñas pústulas llenas de pus.
  • Psoriasis pustulosa localizada. En palmas de las manos, planta de los pies (palmoplantar), talones y uñas, con pérdida incluso de estas últimas.
  • Psoriasis lineal. Lesiones dispuestas linealmente.
  • Psoriasis invertida. En los pliegues cutáneos (axilas, mamas, ombligo, ingles o glúteos), con placas de color rojo intenso.
  • Psoriasis del cuero cabelludo

¿A qué se debe? Causas de la psoriasis

Aunque no es una enfermedad contagiosa, sí que puede ser hereditaria. Otros factores desencadenantes o de empeoramiento de la psoriasis son:

  • Infecciones por bacterias, virus u hongos.
  • Medicamentos, como los AINE (antiinflamatorios no esteroideos).
  • Factores dietéticos, tales como el gluten o el alcohol.
  • Factores endocrinos, como la pubertad y la menopausia.
  • Traumatismos (rasguños, cortes, quemaduras, etc.).
  • El estrés.
  • Los climas fríos.

Medidas, tratamientos naturales y propóleo para mejorar la psoriasis

Los climas calurosos, en cambio, se relacionan con una mejora de la enfermedad. Así, se ha comprobado que las personas afectadas de psoriasis mejoran con la exposición moderada al sol, gracias a la vitamina D y a la acción antiinflamatoria de los rayos ultravioleta. Otras medidas generales incluyen dejar las heridas al aire (no tapar) o los baños en el mar, por las propiedades positivas de la sal para la piel.

Si bien «el tratamiento tópico representa el primer escalón terapéutico y punto de partida para el tratamiento de la psoriasis», tal y como se indica en esta revisión de estudios sobre los principios activos para tratar la enfermedad. Los corticoides tópicos son los fármacos más utilizados, otros son distintos derivados de la vitamina A (retinoides) y la vitamina D o medicamentos emolientes (revisión).

En pacientes con formas leves de psoriasis (menos del 25 % de la superficie corporal) se recomienda la hidratación tanto interna, tomando abundante agua, como externa a través de, especialmente, tratamientos tópicos naturales. Esto es, la aplicación de cremas hidratantes con ingredientes naturales como el aloe vera, la rosa mosqueta o el propóleo, que palian e incluso eliminan los signos y síntomas con los que cursa la enfermedad.

Gel loción y champú Propol Mel

Nuestras cremas y lociones naturales hidratan la piel en profundidad, combatiendo la sequedad y la irritación, y contribuyen a regenerar el tejido en la zona afectada. El propóleo es una sustancia con acción bactericida, antiviral, antimicótica, antiinflamatoria, antioxidante, cicatrizante y analgésica; este estudio reveló asimismo efectos antipsoriásicos. Además, contienen aceite de rosa mosqueta(post).

En resumen, si padeces psoriasis, los productos cosméticos naturales de própolis te ayudarán a:

  1. Mantener tu piel hidratada, mitigando la sequedad y la irritación.
  2. Atenuar la inflamación.
  3. Calmar el dolor.
  4. Combatir microorganismos causantes o agravantes de la enfermedad.
  5. Regenerar el tejido. Tanto la loción como el ungüento de própolis son regeneradores; la primera es una crema base y el segundo, una pomada para las zonas donde aparecen lesiones. El champú de própolis, si la zona afectada es el cuero cabelludo.

            Las cremas y lociones de Propol-mel, con propóleo y rosa mosqueta, mantendrán tu piel hidratada y te ayudarán a aliviar los síntomas y curar las lesiones provocadas por la psoriasis. Las encontrarás en nuestra sección de Cosmética natural.

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