Recuerdo a mi abuela, cuando yo era pequeña, untándose unas gotitas de aceite de oliva en el dorso de las manos a modo de hidratante. Y estoy segura de que esa era la razón de que tuviese la piel perfecta, suave y sin una sola imperfección. Aquellas parecían las manos de alguien mucho más joven.
«Oro líquido», así lo llamamos en España, donde producimos casi la mitad del que se consumeen el mundo. Hablamos de él, del aceite de oliva virgen, poderoso antioxidante e ingrediente clave junto con el própolis de nuestros productos de higiene y cosmética naturales: qué es y cuáles son sus propiedades y beneficios para la piel.
El aceite de oliva es un aceite vegetal obtenido a partir de la oliva o aceituna, el fruto de un árbol muy mediterráneo, muy nuestro: el olivo (Olea europea L.). Su principal uso es el culinario. Pero también destaca el farmacológico o medicinal, y su empleo como materia prima tópica en dermatología cosmética por sus destacados principios activos para la piel.
Principios debidos a la presencia de compuestos bioactivos, entre los que destacan (referencia, referencia):
Los antiguos egipcios ya usaban aceite de oliva como bálsamo para eliminar las impurezas de la piel; este remedio parecía lograrlo sin llevarse por delante parte de la capa protectora, como hacían la arcilla o las cenizas. Por su parte, los gladiadores o los atletas de la época clásica lo utilizaban para proteger su piel del sol y el calor.
Más tarde, el aceite de oliva comenzaría a mezclarse con hierbas aromáticas y esencias de flores para crear productos de higiene y ungüentos perfumados. Hoy, muchos estudios confirman sus bondades. Las formulaciones cosméticas —cremas, emulsiones u oleogeles enriquecidos— con aceite de oliva virgen exhiben una serie de propiedades y atributos prometedores, tanto para cuidar como para proteger la piel de las agresiones externas (referencia, referencia).
Los beneficios concretos del aceite de oliva y de sus compuestos en la piel son (revisión de estudios):
Actúan, pues, frente al envejecimiento cutáneo, previniendo arrugas y otros signos de envejecimiento.
De lo anterior se deduce una mejora en la firmeza y en la elasticidad o flexibilidad de la piel, atenuando las arrugas ya existentes.
Este estudio in vitro evaluaba la capacidad de absorción UV de aceites herbales empleados en protectores solares o cosméticos, determinando su factor de protección solar (medida de la efectividad como protector). Se encontró que «el valor FPS del aceite de oliva era el más alto», añadiendo que los «vehículos aceitosos son más efectivos para producir una película uniforme y duradera de protector solar en la piel».
Nota: no te pierdas el post, que publicaremos próximamente, en el que hablaremos de otro filtro solar natural protector de la piel: la manteca de karité.
Por esta razón, el de oliva es un aceite muy empleado también como materia prima en champús. Como nuestro champú natural con própolis, aceite virgen de oliva arbequina —una variedad de aceituna de excelente calidad y buen rendimiento graso, que proporciona aceites muy aromáticos y con unas características notas olfativas— y otros ingredientes de origen vegetal.
El aceite de oliva es un ingrediente clave en nuestros productos. El que en Propol-mel empleamos tiene, además, un valor especial: es de OLIFLIX. Olifilix es un pequeño molino que recupera los sistemas de elaboración tradicionales; la oliva se muele a piedra y se separa por decantación, un proceso realizado íntegramente en frío.
Se obtiene así un aceite de oliva virgen extra ecológico de primera presión en frío, un aceite de máxima calidad elaborado «al más puro estilo artesanal» 100 % de consumo humano. Además del champú, los siguientes productos naturales de higiene y cosmética de nuestra marca incluyen este aceite virgen de oliva arbequina:
Esperamos que te gusten y te ayuden a mejorar tu piel.
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